Evita apagones y mejora experiencia de cliente con BESS

Los recientes apagones masivos en la Península de Yucatán, que dejaron sin electricidad a millones de personas, son señales claras de que los cortes de luz ya no son sucesos aislados, sino eventos cada vez más comunes. En Yucatán se reporta que el 95 % de los hoteles han sido afectados por cortes eléctricos frecuentes, y solo un 5 % cuenta con respaldo suficiente para mantener todos sus servicios sin interrupciones.

Para hoteles, este riesgo energético implica más que incomodidad: significa pérdidas económicas, quejas de huéspedes, cancelaciones, derrame negativo en reputación y reducción en la ocupación. Invertir en un sistema de almacenamiento de energía (BESS) se convierte en una estrategia vital, no solo para respaldo, sino para asegurar operaciones completas, confort cada día y un retorno económico claro.

Una urgencia latente

En Quintana Roo hay aproximadamente 1,350 hoteles y 130,000 habitaciones, de las cuales cerca del 80 % están concentradas en Cancún y Riviera Maya. En Yucatán y Campeche hay otros ~500 hoteles con unas 19,000 habitaciones. Las tarifas eléctricas en la península ya superan en un 12 a 17 % el promedio nacional, lo que incrementa notablemente los costos operativos energéticos para los hoteles.

Pero esto no es solo un asunto de precios: el sistema está bajo presión creciente. La demanda máxima en la región registró 2,991 MW con un Margen de Reserva Operativo (MRO) de apenas 10.1 %. Para hacer frente, la CFE planea agregar una capacidad adicional de generación cercana al 38 %, elevando el techo regional a alrededor de 5,486 MW. Este impulso queda atrás frente al crecimiento histórico: entre 2017 y 2019 la demanda máxima de la península creció entre 3.4 % y 5.4 % anual.

Este escenario sugiere que el sistema eléctrico regional está al borde de saturarse: días de alta demanda como olas de calor o temporada alta pueden desbordar su capacidad, generar cuellos de botella y llevar a apagones. Para los hoteles, esto significa que no solo pagas tarifas altas, sino que tu operación está en riesgo. Un sistema BESS bien dimensionado se convierte en una salvaguarda urgente frente a esta tensión energética.

Mejora de la experiencia del huésped con respaldo energético

Cuando un hotel incorpora almacenamiento energético, los huéspedes perciben beneficios concretos:

Servicios sin interrupción: iluminación, aire acondicionado, agua caliente, internet, elevadores, sistemas de pago, refrigeración, etc., todo funcionando incluso durante apagones.
Confort y percepción de seguridad: un corte eléctrico puede dañar el sueño, generar incomodidad térmica, fallas en cerraduras electrónicas o ascensores; todo esto se refleja en reseñas y calificaciones.
Confianza y reputación: los estudios indican que los apagones pueden generar pérdidas de hasta 200,000 a 3 millones de pesos por hora para hoteles y restaurantes, dependiendo de su tamaño y ubicación. Esto suma una pérdida de confianza cuando los huéspedes comparten experiencias negativas en redes sociales.

Retorno de inversión claro: evitar días sin operación

La inversión en almacenamiento puede recuperar su costo mediante:

Evitar pérdida de ingresos por ocupación: ejemplo real en Playa del Carmen: un hotel mediano sufrió pérdidas estimadas en ≈ 35,000 pesos en 12 horas de apagón, lo que afecta tarifas, ocupación y costos de compensaciones.
Reducir pérdidas en áreas clave: daños en alimentos perecederos, fallas en la cadena de frío, costos extra en lavandería y spa, etc.
Disminuir el uso de generadores diésel: que tienen costos elevados de combustible, mantenimiento, emisiones, además de ser ruidosos y menos sostenibles.
Optimizar tarifas eléctricas: al usar almacenamiento, se puede cargar en horas de menor demanda/tarifa (valle) y usar la energía almacenada cuando la red excede tarifas altas o está inestable.

Con estos componentes, bien dimensionado un BESS puede amortizarse rápidamente, especialmente en regiones como Cancún, Riviera Maya y Yucatán, donde tarifas eléctricas suelen estar 12-17 % por encima del promedio nacional, infraestructura con retos, y alta dependencia de climatización y servicios que consumen mucha energía.

Operación integral: que todo funcione incluso cuando falle la red

Un sistema BESS bien diseñado permite:

Mantener operativos los servicios críticos sin necesidad de recurrir continuamente a generadores de respaldo: iluminación, climatización, seguridad, elevadores.
Transiciones suaves entre la red eléctrica y la energía de respaldo, de modo que los huéspedes no perciban cambios bruscos.
Continuidad de sistemas electrónicos clave: reservas, cobros, comunicación, internet; vital en turismo de negocios y viajeros internacionales.
Proteger la percepción online del hotel, ya que quejas y reseñas negativas por apagones pueden afectar la ocupación futura.

Beneficios adicionales que suman

Integrar sistemas de respaldo energético (como BESS), eficiencia y energías limpias no solo reduce costos operativos, también te permite obtener certificaciones y reconocimientos que elevan el perfil de tu hotel:

Certificaciones LEED (Leadership in Energy & Environmental Design): reconocida internacionalmente para edificios con eficiencia energética, materiales sostenibles, buen aislamiento, gestión de agua, etc. Hoteles con BESS + solar tienen ventaja para lograr niveles más altos de LEED.
EDGE (Excellence in Design for Greater Efficiencies): también orientada a eficiencia energética, reducción de consumo, emisiones menores, lo que puede traducirse en ahorros operativos importantes.
Normas nacionales: hay iniciativas como la Certificación de Calidad Ambiental Turística (CAT) y la NMX-AA-120-SCFI-2016 (Bandera Blanca) para hoteles, establecen estándares de limpieza, gestión ambiental, eficiencia y satisfacción del huésped.
Regulaciones de respaldo eléctrico y eficiencia: al cumplir con estándares técnicos y normativos, tu hotel reduce riesgos regulatorios, posibles sanciones, y mejora su capacidad de atraer inversionistas y mercado premium preocupado por sostenibilidad.

Los apagones ya no son eventos aislados en la Península de Yucatán; cada vez son más frecuentes, costosos y disruptivos para el sector hotelero. Invertir en almacenamiento de energía no solo protege tus ingresos y reputación, sino que mejora la experiencia del huésped, la ocupación y la rentabilidad.