El cambio climático se ha convertido en uno de los mayores retos del siglo XXI. Para combatirlo, los gobiernos alrededor del mundo han implementado diversas políticas para mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). En México, este esfuerzo se refleja en el uso de instrumentos económicos como los impuestos ecológicos y los mercados de comercio de emisiones, que buscan reducir el impacto ambiental de las actividades humanas y empresariales.
Nuevo impuesto ecológico en la Ciudad de México
El pasado 27 de diciembre, se dio a conocer en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México un decreto que incorpora al Código Fiscal local el Capítulo VII TER, el cual establece un nuevo impuesto enfocado en las emisiones de gases contaminantes a la atmósfera. Este gravamen entrará en vigor en el ejercicio fiscal de 2025 y tiene como propósito principal disminuir los niveles de contaminación ambiental, alineándose con los compromisos asumidos en el Acuerdo de París para proteger el medio ambiente y combatir el calentamiento global.
En la Ciudad de México, el reciente Impuesto a la Emisión de Gases Contaminantes a la Atmósfera, representa un paso importante hacia la sostenibilidad. Este impuesto grava las emisiones de contaminantes como dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y óxido nitroso (N2O) generadas por fuentes fijas, como instalaciones industriales o comerciales, que superen una tonelada de CO2 equivalente (t CO2e) al mes. Este impuesto consiste en:
- Cuota: $58.00 pesos por tonelada de CO2e.
- Obligaciones de los contribuyentes: Declaración y pago mensual, registro detallado de emisiones, y comprobante de registro ante la autoridad competente.
- Destino de los recursos: Financiar proyectos de bienestar ambiental y animal.
Este instrumento no solo busca desincentivar las emisiones, sino también generar recursos para proyectos que promuevan un medio ambiente sano.
Impuestos ecológicos en otros estados de México
En México, diversos estados ya han implementado impuestos ecológicos similares, mientras que en algunos otros apenas son iniciativas en desarrollo. La situación actual es la siguiente:
- Estados donde el impuesto ya está vigente:
- Ciudad de México
- Durango
- Estado de México
- Guanajuato
- Morelos
- Nuevo León
- Querétaro
- San Luis Potosí
- Tamaulipas
- Yucatán
- Zacatecas
- Estados donde el impuesto es solo una iniciativa:
-
- Coahuila
- Colima
- Tabasco
- Estados donde este impuesto fue declarado inconstitucional:
- Baja California
Esta diversidad en la implementación refleja la autonomía de los estados y sus diferentes prioridades en materia ambiental.
Otros instrumentos de mitigación: Mercado de comercio de emisiones
A nivel federal, México ha adoptado el Sistema de Comercio de Emisiones, un mecanismo que asigna «permisos» de emisión a los participantes. Aquellos que emiten menos de lo permitido pueden vender sus derechos, mientras que quienes superan el límite deben comprarlos. Este sistema incentiva a las empresas más eficientes a reducir sus emisiones al menor costo posible, fomentando la innovación y el uso de tecnologías limpias.
Cómo las empresas contribuyen a las emisiones de gases de efecto invernadero
Las actividades industriales, comerciales y de servicios son responsables de una gran proporción de las emisiones de GEI. Entre las principales fuentes se encuentran:
- Generación de electricidad: Las plantas de energía que utilizan combustibles fósiles emiten grandes cantidades de CO2 y otros contaminantes.
- Procesos industriales: La fabricación de cemento, acero y productos químicos libera GEI significativos.
- Consumo energético ineficiente: La falta de optimización en el uso de energía en instalaciones y procesos genera emisiones evitables.
- Gestión de residuos: Los vertederos y procesos inadecuados de manejo de residuos emiten gases como el metano.
Soluciones tecnológicas: Sistemas de almacenamiento de energía
Para reducir las emisiones de GEI, las empresas pueden adoptar tecnologías como los sistemas de almacenamiento de energía, que juegan un papel crucial en la transición hacia una economía más limpia. Estas soluciones permiten:
- Optimización del consumo energético: Almacenar energía en horarios de baja demanda y utilizarla en momentos pico, reduciendo el uso de fuentes contaminantes.
- Integración con energías renovables: Almacenar energía solar o eólica para su uso continuo, superando la intermitencia de estas fuentes.
- Reducción de costos operativos: Minimizar la dependencia de combustibles fósiles y los costos asociados con su uso.
- Resiliencia energética: Proveer respaldo ante interrupciones en el suministro eléctrico, garantizando la continuidad de las operaciones.
Hacia un futuro más verde
La implementación de impuestos ecológicos y la adopción de tecnologías como los sistemas de almacenamiento de energía son pasos esenciales para reducir las emisiones de GEI. Las empresas deben asumir un rol proactivo, integrando soluciones sostenibles que no solo les permitan cumplir con las regulaciones, sino también mejorar su competitividad y contribuir a un futuro más limpio.
La combinación de medidas regulatorias e innovación tecnológica es clave para enfrentar el desafío climático. Es momento de que gobiernos, empresas y sociedad trabajen juntos para garantizar un planeta habitable para las futuras generaciones.
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