La generación distribuida (GD) ha surgido como una solución energética vanguardista para el sector de alimentos, brindando ventajas que van más allá de la mera eficiencia, hacia una transformación integral de la industria.
- Economía de Energía: Un nuevo horizonte financiero la GD está permitiendo que las empresas alimentarias tomen las riendas de su producción eléctrica, disminuyendo drásticamente la dependencia de las tarifas reguladas como la CFE GDMTH. Este cambio no solo representa una disminución en los costos operativos, sino que también otorga un control financiero sin precedentes, optimizando la rentabilidad.
- Soberanía energética: La clave para la continuidad operativa con la GD, las empresas se blindan contra la volatilidad del mercado eléctrico y las posibles interrupciones en el suministro. Esta independencia es vital en un sector donde la continuidad es sinónimo de éxito. Además, la generación distribuida es un aliado estratégico para alcanzar metas de sostenibilidad, reduciendo la huella de carbono y promoviendo un futuro más verde.
- Imagen corporativa: Reflejo de compromiso ambiental la implementación de la GD es un poderoso mensaje de compromiso con prácticas sostenibles y responsabilidad ecológica. Esta postura proactiva no solo mejora la percepción de la marca, sino que también atrae a consumidores y socios que priorizan la responsabilidad ambiental, fortaleciendo la posición de mercado de la empresa.
- Diversificación energética: Un mosaico de posibilidades la GD abre el panorama energético a fuentes alternativas como la solar o eólica, disminuyendo la dependencia de combustibles fósiles y contribuyendo activamente a la lucha contra el cambio climático. Este enfoque diversificado también puede ser la puerta a incentivos gubernamentales que fomentan la transición hacia energías limpias.
- Gestión energética: Control total sobre el consumo la generación distribuida dota a las empresas de un control granular sobre su consumo energético, permitiendo una gestión más eficiente y la identificación de áreas de mejora. Este nivel de control es fundamental para estrategias de gestión energética que pueden traducirse en ahorros significativos.
La industria de alimentos y bebidas demanda una significativa cantidad de energía en todas las fases de su producción, abarcando desde las granjas que suministran las materias primas hasta las fábricas donde se llevan a cabo los procesos de transformación.
En México, la industria alimentaria consume aproximadamente el 61% de la energía total del sector industrial
La refrigeración constituye alrededor del 30 al 80% del consumo de energía en la industria alimentaria.
La GD como pilar de la industria alimentaria en resumen, la generación distribuida se perfila como un pilar fundamental para el sector alimentario, ofreciendo reducción de costos, independencia energética, mejora de imagen, diversificación de fuentes y control de consumo. Su adopción no solo es una estrategia para la mejora continua, sino una inversión en el futuro de la industria alimentaria.
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